Hoy en día, el absentismo en las aulas es una realidad creciente y primer indicio del fracaso escolar. España lidera las listas europeas de fracaso escolar: nuestros alumnos faltan más a clase y son más escurridizos. A pesar de que el estado toma medida contra los padres que no llevan a sus hijos al colegio con regularidad, llegando incluso a quitarles la patria potestad, el nivel de absentismo es alarmante.
Según el informe PISA de hace unos años, en el que se realizó un estudio en 14 países desarrollados, en nuestro país el nivel de absentismo supera el 30%, cifra que “obliga” a la reflexión. Mientras que en otros países 1 de cada 5 alumnos no asiste, en España 1 de cada 3 no entran a clase.
Uno de los principales motivos del absentismo es la falta de un plan de estudio adecuado, bien por parte de la docencia, bien por una preocupante falta de insistencia de los padres porque sus hijos se hagan a un hábito de estudio progresivo y que les permita superar las dificultades de cada año académico.
Otros factores que propician el absentismo y por ende el fracaso escolar son la iniciación, cada vez más temprana, a las drogas como el tabaco, porros y alcohol, sumado a el auge de las redes sociales y juegos en línea, que crea adicción y la ausencia total del mundo que les rodea, como ha ocurrido en otros casos de menores adictos a usar los teléfonos móviles.
Debemos tomar cartas en el asunto, focalizando nuestra atención hacia las causas de esta realidad. ¿Falta de motivación?, ¿Incompatibilidad con otros aspectos de la vida?, ¿Ansiedad vinculada a la presencia en el aula? Analizar la situación para actuar, con la mayor rapidez, en el origen del conflicto, es una tarea ineludible del profesorado para la que debe contar con el máximo apoyo de los padres. Debemos actuar unidos para un mejor resultado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario